Los productos antiarrugas contienen ingredientes activos que actúan sobre diversas causas del envejecimiento cutáneo, como la pérdida de colágeno, la deshidratación, los daños solares o los factores medioambientales. Estos productos actúan mediante una combinación de mecanismos, dependiendo de los ingredientes que contengan, como la estimulación de la producción de colágeno, la hidratación y el mantenimiento de la humedad en la piel, la protección antioxidante, la exfoliación y la renovación celular, la protección solar y el relleno y alisamiento de las arrugas.